Todo comenzó en Linz.
emporia Telecom fue fundada en 1991 por D.I. Albert Fellner, quien dejó la empresa en 2015. Actualmente, es propiedad exclusiva de la Sra. Eveline Pupeter, que se incorporó a la empresa en el año 2003. Ya desde la propia fundación de la empresa, el objetivo fundamental consistía en poner a disposición de los clientes productos de telecomunicación que fueran sencillos de usar, tales como teléfonos fijos y faxes.
Desde 2001, la empresa está especializada en la comunicación móvil para las personas de más edad. La historia de éxito que ha vivido desde entonces demuestra que ha encontrado un nicho de mercado con una demanda cada vez mayor. A día de hoy, emporia es sinónimo de comunicación sencilla y sin barreras, está activa en 30 países, y es la marca líder del mercado en el sector de los móviles para personas de edad avanzada.
¿Por qué en emporia menos es más?
La brecha digital entre las distintas generaciones y entre las personas familiarizadas y no familiarizadas con el universo digital, crece cada vez más. emporia quiere contribuir a salvar esa brecha. Actualmente hay muchas personas —y, desde luego, no todas de edad avanzada— que desearían contar con soluciones alternativas para un mundo tecnológico cada vez más complejo. Es decir, aparatos intuitivos de manejo rápido.
Los productos de emporia Telecom están destinados a todos aquellos que simplemente desean hablar por teléfono, y que buscan claridad en vez de multifuncionalidad. Es decir, principalmente, al grupo de las personas de más edad. Tal y como demuestran estudios actuales, este grupo es heterogéneo y tiene distintas exigencias en lo tocante a teléfonos móviles.
El secreto del éxito empresarial.
Close to the customer: cerca del cliente. Este es el punto de partida para el desarrollo de todos los productos de emporia Telecom. Por este motivo, al desarrollar un nuevo producto, los cerca de 30 empleados del departamento de Investigación y Desarrollo de emporia no solo consideran los aspectos técnicos, sino también cómo va a interactuar el cliente con el producto, y cómo le gustaría usarlo. El objetivo es simplificar al máximo los complejos procedimientos técnicos existentes en todas las áreas, para que el cliente pueda disfrutar de ellos.